Marzo, 14 del 2024, última actualización

Síntomas de la Esclerosis Múltiple: Más Allá de lo Convencional

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica que afecta al sistema nervioso central, es decir, al cerebro y a la médula espinal. En esta enfermedad, el sistema inmunitario del cuerpo ataca la mielina, una sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas. Esto causa problemas en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, lo que puede llevar a síntomas como fatiga, debilidad muscular, problemas de visión y dificultad para moverse.

¿Cómo empieza la esclerosis múltiple?

Los primeros signos de la EM pueden ser confusos y variar mucho entre personas. Algunas personas experimentan visión borrosa, hormigueo en las extremidades o pérdida de equilibrio. Otros notan una fatiga profunda o dificultad para concentrarse. Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer, lo que hace difícil el diagnóstico temprano.

Síntomas de la Esclerosis Múltiple

• Fatiga intensa
• Visión doble o borrosa
• Debilidad muscular
• Hormigueo o entumecimiento
• Dificultad para coordinar movimientos
• Problemas de memoria o concentración
• Problemas de vejiga o intestino
• Mareos o vértigo
• Cambios emocionales

Síntomas en mujeres: ¿hay diferencias con los hombres?

Sí. Aunque la EM puede afectar a ambos sexos, las mujeres la padecen con mayor frecuencia. Además, algunas investigaciones sugieren que las mujeres pueden experimentar más síntomas relacionados con la fatiga, el estado de ánimo y las hormonas, mientras que los hombres pueden tener una progresión más rápida y agresiva de la enfermedad.

¿Qué causa la Esclerosis Múltiple?

Un tema importante en la investigación de la esclerosis múltiple es la relación con el virus de Epstein-Barr (EBV). Este virus es muy común y la mayoría de las personas lo contraen en algún momento de su vida, a menudo durante la infancia o la adolescencia. El EBV es conocido por causar la mononucleosis infecciosa, también llamada "enfermedad del beso", debido a que se transmite principalmente a través de la saliva.

Un estudio importante realizado por los investigadores Hrastelj y Robertson, publicado en el Journal of Neurology en 2022, investigó la conexión entre el EBV y la esclerosis múltiple. Encontraron que casi el 100% de los pacientes con EM habían estado expuestas al EBV. Además, las personas que habían tenido mononucleosis infecciosa tenían más del doble de probabilidades de desarrollar EM.

Este estudio siguió a más de 10 millones de militares estadounidenses durante 20 años. Descubrieron que aquellos que se infectaron con el EBV durante el estudio tenían 32 veces más probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple. También observaron que los niveles de una proteína asociada con el daño neuronal aumentaron después de la infección por EBV en aquellos que luego desarrollaron EM [1]. Esto sugiere que el virus puede desencadenar una respuesta inmunitaria que daña el sistema nervioso, contribuyendo al desarrollo de la EM.

Otro estudio significativo, realizado por Lanz y sus colegas y publicado en Nature en 2022, investigó cómo el EBV podría estar relacionado con la EM a través de un fenómeno llamado mimetismo molecular. Este estudio encontró que, en las personas con EM, ciertos anticuerpos en el líquido cefalorraquídeo (que rodea el cerebro y la médula espinal) reaccionaban tanto con una proteína del EBV como con una proteína del sistema nervioso [2]. Esto significa que el sistema inmunitario podría estar confundiendo una proteína del virus con una del propio cuerpo, atacando así el sistema nervioso por error.

Si quieres saber más sobre el mimetismo, te invito a leer el artículo "Enfermedades autoinmunes, mimetismo molecular y otros factores".

Otro posible desencadenante que ha cobrado fuerza recientemente es la toxina épsilon producida por la bacteria Clostridium perfringens. En un estudio publicado en PLoS ONE, los investigadores aislaron por primera vez una cepa tipo B de esta bacteria en una paciente con EM en su primer brote clínico. Esta cepa produce una toxina que puede atravesar la barrera hematoencefálica y dañar la mielina, provocando síntomas similares a la EM [3].

Otros estudios encontraron que un subgrupo de personas con EM tiene anticuerpos contra esta toxina, lo que sugiere una posible exposición y reacción inmunitaria. Aunque aún se investiga su papel exacto, estos hallazgos apuntan a que C. perfringens podría estar implicada como un factor ambiental clave en algunos casos de EM [4].

Tratamiento para la Esclerosis Múltiple

Actualmente, los tratamientos buscan frenar la progresión, reducir los brotes y mejorar la calidad de vida. Se utilizan inmunomoduladores, fisioterapia, cambios en la dieta y apoyo psicológico. Sin embargo, si la causa está en patógenos como el EBV o ciertas bacterias, debemos ir más allá de los tratamientos convencionales.

¿Existe una cura?

La clave está en ir al origen y actuar sobre los patógenos implicados. Diversos estudios han vinculado el desarrollo de la esclerosis múltiple con infecciones como el virus de Epstein-Barr (EBV), ciertos herpesvirus humanos (como el HHV-6) y cepas toxigénicas de Clostridium perfringens. Por ello, resulta fundamental explorar estrategias que ayuden a combatir estos agentes. Una vía prometedora es el uso de productos naturales y sus derivados, no solo por su capacidad antiviral y antibacteriana, sino también por su potencial para proteger. Por ejemplo:

• La melitina, un componente del veneno de abeja, ha demostrado tener propiedades antivirales. Aunque no se ha estudiado específicamente contra el EBV, ha sido eficaz contra otros virus de la misma familia [5].
• La cordicepina, derivada de los hongos Cordyceps, ha mostrado inhibir la replicación del EBV y la expresión de sus genes en células infectadas [6].
• La emodina, presente en plantas como el ruibarbo chino y el knotweed japonés, no solo inhibe la replicación del EBV, sino que también reduce la inflamación y el daño tisular viral [7].

Estas terapias naturales también pueden apoyar la regeneración de la mielina y la neuroprotección, dos pilares fundamentales para revertir los efectos de la EM. En próximos artículos abordaremos cómo usar estas sustancias de forma efectiva.

Si este artículo ha resonado contigo, te invito a descubrir cómo la fitoterapia, la apiterapia y la micoterapia pueden ayudarte a recuperar el equilibrio desde un enfoque natural y respetuoso. Trabajando con plantas, hongos y productos de la colmena —incluido el veneno de abeja— es posible abordar estas infecciones sin agredir al organismo, fortaleciendo el sistema inmune y favoreciendo la regeneración.

Estaré encantada de acompañarte en este camino hacia una salud más consciente, profunda y sostenible.

Bibliografía

1. Hrastelj J, Robertson NP. A role for the Epstein–Barr virus in multiple sclerosis aetiology? J Neurol. 2022;269:3962-3963. Enlace
2. Lanz TV, Brewer RC, Ho PP, Moon JS, Jude KM, Fernández D, et al. Clonally Expanded B Cells in Multiple Sclerosis Bind EBV EBNA1 and GlialCAM. Nature. 2022;603(7900):321-327. Enlace
3. Ma Y, Sannino D, Linden JR, Haigh S, Zhao B, Grigg JB, et al. Epsilon toxin–producing Clostridium perfringens colonize the multiple sclerosis gut microbiome overcoming CNS immune privilege. J Clin Invest. 2023;133(9):e163239. Enlace
4. Rumah KR, Linden J, Fischetti VA, Vartanian T. Isolation of Clostridium perfringens type B in an individual at first clinical presentation of multiple sclerosis provides clues for environmental triggers of the disease. PLoS One. 2013;8(10):e76359. Enlace
5. Memariani H, Memariani M, Moravvej H, Shahidi-Dadras M. Melittin: a venom-derived peptide with promising anti-viral properties. Eur J Clin Microbiol Infect Dis. 2020;39(1):5-17. Enlace
6. Ryu E, Son M, Lee M, Lee K, Cho JY, Cho S, Lee SK, Lee YM, Cho H, Sung GH, Kang H. Cordycepin is a novel chemical suppressor of Epstein-Barr virus replication. Oncoscience. 2014;1(7):493-504. Enlace
7. Shao Q, Liu T, Wang W, Liu T, Jin X, Chen Z. Promising Role of Emodin as Therapeutics Against Viral Infections. Front Pharmacol. 2022;13:902626. Enlace

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